Salud y Eficiencia energética
Trabajo de final de posgrado realizado por Ana Tramontin sobre salud y eficiencia energética. Los últimos años coinciden con un momento de cambio importante en el sector de la construcción.
La carrera de los países de la Comunidad Europea por cumplir con el acuerdo político acordado en el protocolo de Kyoto UE 20.20.20 (20% ahorro + 20% eficiencia + 20% energías renovables) ha llevado a una tendencia desenfrenada hacia la rehabilitación y construcción de viviendas centradas únicamente en la eficiencia energética sin valorar el impacto que estos nuevos edificios pueden tener sobre nuestra salud.
Ante este panorama, este trabajo tiene por objetivo principal poner en evidencia la importancia de construir espacios que sean ante todo saludables y además eficientes.
En primer lugar, se hace una breve comparativa entre los criterios utilizados en el diseño de las viviendas altamente eficientes bajo el estándar Passivhaus y los criterios de salud, y a continuación se analizan con mayor profundidad y se proponen soluciones de diseños a fin de minimizar la contaminación derivada de uno de los tóxicos más difíciles de controlar en este tipo de viviendas como es la contaminación biológica.
El trabajo explica cómo las estrategias de diseño de viviendas altamente eficientes pueden llevar a crear espacios muy herméticos que, a su vez, comprometen en gran medida la calidad del aire interior. Entre otros factores, estos espacios se vuelven muy susceptibles a desequilibrios en la humedad relativa del ambiente, lo que fomenta la proliferación de hongos y bacterias.
Se comprueba que vivir en ambientes contaminados por estos microorganismos puede ser la causa de una serie de efectos nocivos en las personas, tales como: ojos llorosos, moqueo, estornudos, congestión nasal, picazón, tos, respiración ruidosa y dificultad para respirar, dolor de cabeza, reacciones alérgicas y hasta ataques de asma severos o incluso desarrollar la enfermedad llamada aspergilosis.
Como veremos a lo largo del trabajo, lo ideal para el confort y salud de los usuarios es crear ambientes interiores con una tasa de humedad relativa entre el 40 y el 60%. Por esta razón, el trabajo ha querido sumar esfuerzos y propone una serie de recomendaciones que están agrupadas en cinco estrategias de diseño que deberíamos tener en cuenta cuando diseñamos una vivienda Passivhaus.
La envolvente térmica
La segunda estrategia de diseño hace referencia al control térmico de la vivienda. Hay que tener en cuenta que la temperatura es uno de los factores que más condiciona la tasa de humedad relativa del aire interior. Cuanto mayor sea la temperatura ambiental, más cantidad de vapor de agua puede contener el aire, y consecuentemente la humedad relativa desciende. Por lo tanto, lograr el control térmico, tanto de las superficies como del ambiente, es fundamental para el equilibrio de la humedad.
Es cierto que el estándar Passivhaus tiene muy bien estudiado cómo controlar estos aspectos. Sin embargo, en cuanto a la salud y el confort del usuario es importante recordar y hacer hincapié en algunas características físicas de los materiales, como la conductividad térmica y la inercia térmica. El trabajo presenta un conjunto de recomendaciones referentes a estos aspectos, en las que se analizan diferentes materiales y sistemas constructivos a fin de dar al proyectista herramientas suficientes para que pueda tomar la decisión de diseño más adecuada para cada proyecto.
La ventilación
La salubridad de un espacio interior está directamente relacionada con el contenido de humedad, la composición del aire y la convección. Es decir, la ventilación, la renovación del aire constante, es una de las estrategias más importantes para garantizar un hábitat interior saludable.
Es cierto que las viviendas diseñadas bajo el estándar Passivhaus disponen de un sistema de ventilación mecánica con recuperador de calor que se mantiene encendido las 24 horas del día. Este sistema tiene muchas ventajas, pero, como se verá a lo largo del trabajo, no es suficiente para mantener la salubridad correcta de los espacios interiores. Por esta razón, se propone un conjunto de recomendaciones sobre cómo podemos fomentar la ventilación natural en este tipo de viviendas sin comprometer la eficiencia energética de estos espacios.
El diseño del cuarto de baño y la cocina
La cuarta estrategia incita a reflexionar sobre la organización espacial de nuestras viviendas, en especial sobre el diseño del cuarto de baño y la cocina, ya que son los espacios de la casa más propensos a que aparezcan colonias de microorganismos.
La importancia de la luz solar, los materiales, los acabados, el diseño de los muebles y la distribución interior de estos espacios, así como su relación con los demás espacios de la vivienda, son los temas claves en este apartado.
Mantenimiento y limpieza
Por último, se hace un conjunto de recomendaciones sobre el uso y el mantenimiento del edificio.
Medidas de prevención tan sencillas como evitar secar la ropa en el interior de la vivienda, cocinar con las cazuelas tapadas o evitar las duchas largas con agua muy caliente, entre otros cuidados, evitan que nuestros ambientes se carguen de humedad y en consecuencia se genere moho.
Además, en el caso de aparición de moho, se explica detalladamente cuál es el protocolo y cuidados que debemos de mantener a la hora de eliminar estos microorganismos, en especial cómo erradicar el moho negro, que es el tipo más tóxico y dañino para el ser humano.
Las cinco estrategias de diseño presentadas en este trabajo son fruto del análisis de un conjunto bibliográfico de diferentes autores que analizan la influencia de la arquitectura en la salud de las personas, así como del conocimiento adquirido durante el Postgrado Arquitectura y Salud (COAC, Escuela Sert), dirigido por la arquitecta Sonia Hernández Montaño.
El trabajo quiere, entre otras cosas, sensibilizar a los arquitectos y promotores de la construcción sobre cómo el entorno construido afecta a la salud del usuario y, por otro lado, poner en evidencia que a través de un diseño consciente podemos contribuir a construir espacios más saludables y además eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
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