Refugios climáticos: ¿nueva tipología arquitectónica?

¿Qué es un refugio climático? Un lugar que ofrece protección a las personas de los efectos adversos del cambio climático, como las intensas lluvias, las sequías, las inundaciones y los ciclones. En el clima Mediterráneo, especialmente las olas de calor, cada vez más habituales debido al calentamiento global.

El calor excesivo y sostenido tiene efectos directos sobre la salud de las personas. Aumenta la mortalidad y la morbilidad de la población, especialmente en los grupos más vulnerables: gente mayor, bebés, personas con patologías crónicas o las que viven en condiciones sociales más desfavorables. 

Habilitar espacios como refugios climáticos

“En general los refugios climáticos son espacios existentes con un uso definido que también se emplean como refugio”, explica Ana Romero, ambientóloga y responsable del Servicio de Sostenibilidad y Educación del Área Metropolitana de Barcelona (AMB).

“Refugiados” de junio a septiembre.

Estos espacios son equipamientos como bibliotecas, centros cívicos o pabellones deportivos. Inicialmente, esta función adicional solo se aplicaba durante las olas de calor. Con todo, debido al aumento de días cálidos, los refugios han empezado a ofrecer este servicio de junio a septiembre. 

Equipos multidisciplinares para adecuar equipamientos como refugios climáticos.

La ambientóloga de la AMB detalla que esta respuesta puntual y reactiva empieza a ser insuficiente y hay que pensar en implementar adecuaciones, como “mejoras arquitectónicas, de accesibilidad y también de renaturalización y socioambientales. Requieren equipos multidisciplinarios e, idealmente, generar un cambio progresivo en todos los proyectos para que incorporen la mirada bioclimática”.

Características que debe cumplir un refugio climático

Estos deberían ser, según los expertos en Ciencias Ambientales, los requisitos de un refugio climático en nuestra geografía climática:

• Disponer de una señalización en la entrada.
• Mantener una temperatura consigna de 26°C.
• Garantizar la accesibilidad.
• Ser espacios seguros.
• Proporcionar áreas de descanso con asientos y agua potable.
• Estar abiertos durante la época estival (15 junio – 15 septiembre).
• Informar al personal de la equipación.

Arquitectura con mirada de vulnerabilidad climática

La ambientóloga Ana Romero asegura que el concepto de refugio supone un cambio de paradigma en las actuaciones de adecuación y reforma. “Hay que integrar, no solo la vertiente clásica de la sostenibilidad, sino también la mirada de la vulnerabilidad climática, la del bienestar y sobre todo, la salud, con una mirada al futuro y a los impactos climáticos”, explica.

En esta línea, el proyecto Urban Innovation Action (UIA), adaptó once escuelas de Barcelona al cambio climático a través de la incorporación de estas medidas:

• Verdes: espacios de sombra y vegetación.
• Azules: incorporación de puntos de agua.
• Grises: actuaciones para mejorar el aislamiento térmico de los edificios.

Inversión para mejoras. El Área Metropolitana de Barcelona ha incluido en el Plan de Sostenibilidad Ambiental una línea específica de refugios. Se han recibido solicitudes de municipios metropolitanos por valor de 6,4 M€ que permitirán incorporar mejoras en espacios abiertos y cerrados.

“Actualmente, el 71% de la población metropolitana mayor de 65 años vive a 10 minutos de un refugio, por lo tanto, todavía nos falta dar cobertura al resto”, afirma Romero.

Espacios en proyección

¿Se han diseñado espacios pensando exclusivamente en su función climática? Sí y no. Ana Romero destaca tres que tienen en común que “más que pensar únicamente en diseñar un refugio, integran la visión de adaptación preventiva”:

• La Plaça 13 Roses en Viladecans
• La Plaça Dicià en Sant Feliu de Llobregat
• El Parc Illes Balears en Badia del Vallès

¿Qué tienen en común estas tres propuestas? Las tres intentan, en mayor o menor grado, incrementar la cobertura arbórea en diferentes estratos de vegetación, romper con estructuras de ángulos rectos y acercarse a morfologías orgánicas en tres dimensiones para dar protagonismo a la vegetación, el agua y elementos de sombra.

Estos proyectos son el resultado de la estrecha colaboración entre los departamentos de Ecología y Espacio Público de la AMB. “Este aspecto es importante porque pone en valor el trabajo y aprendizaje conjunto de perfiles profesionales muy diferentes como son los arquitectos, ingenieros, ambientólogos y biólogos”, destaca Romero.

La unión de ciencia y arquitectura pone en valor a dos figuras profesionales: los arquitectos y los ambientólogos. “Tal y como sucede en países como Francia, los profesionales vinculados a la salud y a las ciencias sociales participarán cada vez más en estos proyectos. El propio proyecto de refugios ha incorporado, además de los perfiles citados, el asesoramiento de meteorólogos, especialistas en salud pública y educadores ambientales y sociales”, menciona la ambientóloga.

El impacto de los refugios ambientales

Existen varios parámetros para medir el impacto que generan los refugios climáticos:

En los edificios

“El dato que más nos interesa es la valoración directa de los usuarios”, afirma Romero. Gracias a la colaboración con el servicio de teleasistencia de la Diputación de Barcelona, el departamento de la AMB puede conocer, de primera mano, efectos colaterales positivos como la socialización que generan estos espacios.

En el exterior

¿Mejor parques pequeños? “En los espacios abiertos estamos midiendo varios parámetros, ya que tenemos dudas de si los espacios exteriores son un buen refugio o si los parques pequeños proporcionan efectos refrescantes cuando se registran temperaturas más elevadas”, explica.

Para averiguarlo, se han instalado 14 medidores. En colaboración con el ICTA (Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la UAB) y Barcelona Regional, se recogieron datos durante el verano de  2022 en varios parques metropolitanos y municipales de L'hospitalet de Llobregat, Santa Coloma de Gramenet, Sant Boi de Llobregat y Badia del Vallès.

Los primeros resultados son todavía preliminares y no contrastados, pero apuntan que los parques pequeños pueden llegar a proveer el mismo confort térmico que los espacios más grandes.

“Si este resultado se confirma y, además, podemos conocer cuáles son los parámetros determinantes como la sombra, vegetación o irrigación, podremos incorporar como refugios a zonas que hasta ahora estaban descartadas y que pueden ser clave, especialmente en las áreas más densamente pobladas”, concluye la experta.

Lucía Burbano
Redacción Escola Sert