BIM: la importancia de los datos
Las técnicas de representación de los proyectos de arquitectura han ido evolucionando para adaptarse a la tecnificación y digitalización.
Con la llegada masiva de los ordenadores, el dibujo a mano pasó a ser digital gracias al CAD: computer aided design o dibujo asistido por ordenador. Sus principales ventajas fueron la capacidad ilimitada de almacenamiento y la facilidad de generar modificaciones durante el proceso creativo.
Sin embargo el CAD no representó un gran cambio conceptual respecto al dibujo a mando, ya que se seguían haciendo el mismo tipo de representación abstracta: plantas, secciones, alzados... Un segundo paso a favor de la digitalización fue el CAD 3D que añadía la posibilidad de generar objetos tridimensionales, generalmente para utilizarlo para realizar perspectivas o análisis parciales del proyecto.
En los últimos años ha aparecido una nueva forma de representar y definir los proyectos: el BIM Building Information Modelling o Modelo de información de la construcción. Este cambio supone un paso más en el proceso de digitalización iniciado con el CAD, al integrar la definición geométrica de los elementos con su descripción y cuantificación.
Con el BIM los proyectos se convierten en construcciones digitales
Se deja de 'dibujar' y se pasa a 'construir'.
Las representaciones gráficas dentro del BIM pasan a ser visualizaciones del modelo, permitiendo obtener una planta o sección, simplemente mostrando el modelo tridimensional desde el punto de vista escogido. Esto implica un cambio sustancial, ya que garantiza la coherencia geométrica de todas las plantas, alzados y secciones que mostramos de este modelo BIM.
El modelo BIM garantiza una coherencia geométrica en los proyectos. (Unsplash)
Con la metodología BIM podemos controlar las métricas o mediciones en todo momento
Pero no es lo único diferencial. Los objetos con los que está construido este modelo son propiamente elementos constructivos, es decir, aparte de representar la geometría tridimensional también contendrán las propiedades del objeto, todas las que nos interese describir.
Por tanto, sabremos que un tabique es un tabique porque tendrá la geometría de un tabique y sus características asociadas: sus dimensiones numéricas, la descripción del tipo de tabique que es, su comportamiento ante el fuego, su comportamiento acústico , y todo aquello que nos interese que recoja el objeto en cuestión.
Estas características quedan almacenadas en forma de base de datos vinculadas a la geometría, para ser utilizadas y contabilizadas en los distintos documentos que conforman un proyecto. El conjunto de características contenidas en los objetos ofrecen un inmenso potencial en la gestión y extracción de datos, así como en la propia representación gráfica.
Los datos de las características pueden ser plasmados en los planos para explicar aspectos cualitativos de interés sin errores y automáticamente. Por ejemplo, en una vista de planta se pueden mostrar los tabiques y muros del proyecto en colores diferentes en función de su resistencia al fuego o RF. También se pueden poner etiquetas de texto sobre los tabiques y muros que plasmen el valor RF de cada uno de ellos. Si se modifica el valor RF de un tabique, automáticamente cambiará el color y el valor mostrado en la etiqueta de este elemento en los planos correspondientes.
También ofrecen la posibilidad de controlar las métricas o mediciones en todo momento, de forma que agiliza el proceso de realizar comprobaciones rápidas de las cantidades y los tipos de elementos que contiene un proyecto, a la vez que se pueden extraer medidas de diferente orden: unidades, longitudes, superficies y volúmenes.
Todas estas medidas se pueden aprovechar, no sólo para generar el presupuesto, sino para otros usos: contar cuántas puertas tenemos en el proyecto, cuántos tipos, cuántas tenemos en cada planta, cuántas de cada tamaño, cuántas de cada material, cuántas de cada valor de resistencia al fuego, etc. O saber el volumen de los objetos de nuestro proyecto, qué porcentaje pertenece a la estructura, cuál a los cerramientos, pavimentos, techos, etc.
Los técnicos están acostumbrados a explicar los proyectos con planos, pero no todo el mundo que interviene en el proceso sabe interpretarlos bien. (Unsplash)
El reto es saber hasta qué punto interesa rellenar de datos el modelo BIM en cada una de las fases de un proyecto
Los técnicos están acostumbrados a explicar los proyectos con planos, pero no todo el mundo que interviene en el proceso de la construcción sabe interpretarlos correctamente. Por este motivo, el hecho de poder proporcionar el proyecto en forma de conjunto de datos permite gestionarlo y analizarlo de formas diferentes.
Los programas que editan o permiten visualizar los distintos formatos de archivos BIM (Revit, Archicad, AllPlan, Tekcla, Edificius, Bim Vision, BIMCollabZoom, Navisworks, etc) son capaces de exportar los datos del modelo en formatos de tabla (csv, xls, txt...). Además, se pueden abrir y gestionar con programas de uso más generalizado, como puede ser un excel.
Un modelo BIM es una base de datos con geometría
El reto, pues, consiste en saber hasta qué punto interesa rellenar de datos el modelo BIM, en función de cada una de las fases de un proyecto. Asimismo, conviene encontrar el equilibrio entre el esfuerzo de introducir y revisar toda esta información, y la necesidad real de utilizarla. Para ser capaces de gestionar y aprovechar todos estos datos es imprescindible que sean correctos y estén bien ordenados.
Gestionar correctamente los datos de los modelos BIM implicará que los proyectos sean más coherentes y cumplidos a nivel documental. Mejorará el traspaso de información entre los distintos agentes implicados. Y favorecerá la comprensión y toma de decisiones durante el proceso de redacción de los proyectos y durante el seguimiento de las obras.
Esperamos que en un futuro, el análisis de los datos acumulados de los modelos realizados permitan contrastar y analizar tendencias para poder anticipar posibles desvíos, ya sean de índole económica, de plazos, de coordinación, de sostenibilidad, etc. En definitiva, el big data del BIM debería permitir una mayor previsión y control de los proyectos de arquitectura.
Maria Duran
Directora del posgrado BIM de Escola Sert
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