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Design thinking y arquitectos, una metodología orgánica para la profesión

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Puede que ellos no lo sepan, pero la mayoría de estudios de arquitectura ya utilizan el Design Thinking en el diseño, la planificación y ejecución de proyectos. La empatía con el cliente y el prototipado son dos ejemplos. Pero hay más. Los desvelamos a continuación.

Definiciones de Design Thinking hay muchas, pero la que mejor le encaja a Mònica Moya, arquitecta, experta en estrategia, marketing, nuevas oportunidades de negocio y ventajas competitivas, es la siguiente: 

Es un proceso participativo para identificar retos y generar soluciones innovadoras a partir de promover el pensamiento creativo y ejecutarlas mediante prototipado y testeo previo.

Mònica Moya explica que en esa definición añadiría otros conceptos que forman parte del Design Thinking, como “la colaboración, pensar deductivamente, la reducción de gastos o del fracaso, la empatía, el análisis crítico y, sobre todo, ser rigurosos en su implementación. Tiene “tanto de creativo como de riguroso”, subraya.

Conferència COAC Design Thinking

Sesión Sert sobre Design Thinking en el Col·legi d'Arquitectes de Catalunya a cargo de Mònica Moya. (MM)

Colaboración, pensar deductivamente o análisis crítico son conceptos ligados al Design Thinking

Características del Design Thinking

1. Ayuda a encontrar soluciones a retos concretos
 

Es extremadamente útil para abordar retos complejos, puesto que se focaliza en comprender las necesidades, o desafíos iniciales para poder desarrollar mejores soluciones. De hecho, el método dedica la misma energía en identificar correctamente la necesidad que en definir la solución.

2. Se adapta a la situación actual de las organizaciones y profesionales 

Por varias razones:

  • Enfoque en la complejidad: con el aumento de la complejidad en los entornos empresariales actuales, el Design Thinking ofrece una forma estructurada y creativa de solucionar problemas complejos. 
  • Su enfoque multidisciplinario e iterativo permite explorar varias perspectivas y encontrar soluciones innovadoras a situaciones complicadas.

3. Promueve una mentalidad flexible y adaptable

La incertidumbre es un elemento inherente en los entornos actuales. El Design Thinking promueve una mentalidad flexible y adaptable. En lugar de buscar soluciones definitivas desde el principio, se alienta la exploración, el prototipado y el aprendizaje rápido para adaptarse y responder a los cambios y a la evolución de las necesidades de los usuarios y del mercado.

4. Integra los niveles político, económico, social, cultural y tecnológico

Aborda los retos de gestión de las empresas y organizaciones en un contexto amplio. Esta metodología considera la interacción entre los factores políticos, económicos, sociales, culturales y tecnológicos que influyen en los negocios. A través de la comprensión de estos factores, se pueden diseñar soluciones más integradas y efectivas.

Infografía sobre Design Thinking

El concepto del doble diamante

Al Design Thinking le acompaña un proceso de diseño llamado doble diamante, que consiste en aplicar dos conceptos que se aplican alternadamente:

  • Divergente: Fase de EMPATÍA. Estudio, análisis de las necesidades y entorno.
  • Convergente: DEFINICIÓN. Cuando debemos concretar el reto, o necesidad
  • Divergente: IDEACIÓN. Buscar el máximo de posibles ideas para solucionar el reto planteado, mente abierta y creativa, luego ya estudiaremos las que son viables o dan solución real al reto planteado
  • Convergente: IMPLEMENTACIÓN. Concretar la solución después de la etapa de ideación, en la que trabajaremos para dar respuesta al problema real.


Para ilustrarlo, Moya pone como ejemplo el caso de una empresa que quiere que sus reuniones sean más eficientes. Este será el hilo conductor que ejemplifica este y otros conceptos del Design Thinking.

El diamante divergente sería estudiar a nuestro usuario, que en este caso es interno: quién organiza las reuniones, quién participa más o menos de las mismas, etc.

El diamante convergente aterriza este análisis para concretar, por ejemplo, si lo que realmente busca esta empresa es no que sus reuniones sean más efectivas sino organizar menos.

“Muchas veces existe un problema real que no se identifica desde el inicio y que a veces está camuflado detrás de lo que creemos es el reto que queremos solucionar”, afirma la arquitecta.

Conferencia sobre Design Thinking

La Sesión Sert monográfica sobre Design Thinking tuvo lugar el pasado 29 mayo de 2023. (Mònica Moya)

Herramientas digitales para ponerlo en práctica

“Yo no conozco ninguna herramienta digital que te acompañe en este proceso. Las existentes son actividades concretas para cada fase que sirven para conocer al usuario, analizar, preguntar, descubrir los porqués o concretar cuál es el reto real”, explica.

Algunas de ellas son:

En la fase inicial

Mapa de empatía y entrevistas

“El mapa de empatía es una herramienta que pone a la persona en el centro para estudiar qué siente, con quién se relaciona en el lugar de trabajo, qué le motiva o qué herramientas utiliza para informarse. Para proponerle una solución a alguien, primero hay que conocerla bien”.

Proceso de ideación

Lluvia de ideas

“Nuestro cerebro es flexible y adaptativo, cuanto más lo estimulamos y practicamos la ideación las ideas aparecerán con mayor facilidad”.

En el ejemplo de las reuniones, posibles ideas que podrían surgir son: organizar reuniones con ciertas personas o equipos durante una franja concreta una vez por semana, realizarlas fuera de la oficina una vez al mes.

 El Design Thinking está orientado en el usuario y el proceso y no tanto en el producto o solución final

Fase de prototipado

Existen dos clases de prototipo. 

El de baja  fidelidad, sin detalles, más económico, más rápido, más fácil de modificar en fase de feedback y sin necesitar expertos técnicos para su ejecución. Podría ser de cartón o de papel, pero su respuesta será menos precisa. 

De alta fidelidad. En el caso de una aplicación móvil, desarrollar una simulación de dicha aplicación. Esta solución es más costosa económicamente y larga de implementar pero la respuesta será más fidedigna.

Proceso de implantación 

La implementación y el resultado de todos los procesos anteriores. En el ejemplo de las reuniones se podría instalar una pantalla en el vestíbulo donde se muestren porcentajes de las personas asistentes, de los minutos de la participación de cada una y de las conclusiones. Una manera de visualizar la efectividad de las mismas para, juntos, evidenciar la realidad e ir definiendo juntos una nueva manera de trabajar, más colaborativa y eficiente.      

Herramientas Design Thinking

La exposición de Mònica Moya sobre la metodología Design Thinking interpeló a los participantes con la cita de Einstein que reza: “la formulación de cualquier problema es más importante que la propia solución”. (MM)

Similitudes y diferencias con otras metodologías

Agile, Lean, Canva…el mundo de la gestión no está exento de metodologías. “La principal diferencia es que el Design Thinking está orientado en el usuario y el proceso y no tanto en el producto o solución final”, distingue Moya.

En concreto, Moya comparara Agile vs. Design Thinking:

Similitudes

Tanto Agile como Design Thinking promueven la colaboración, la iteración y la adaptabilidad a las necesidades de los usuarios. Ambos enfocan el aprendizaje constante y la mejora continua.

Diferencias

Agile se centra principalmente en el desarrollo de software y en la gestión de proyectos. Utiliza métodos como Scrum o Kanban para organizar tareas y controlar el flujo de trabajo. 

En cambio, el Design Thinking es una metodología más amplia que se puede aplicar en cualquier área del negocio y posee un mayor énfasis en la comprensión de los usuarios y en la generación de ideas.

Conferencia sobre retos del Design Thinking

El Design Thinking está plenamente integrado en el mundo de la arquitectura, como expuso Mònica Moya en la Sesión Sert. (MM)

Por qué el Design Thinking es inherente a la arquitectura

“Esta metodología parte del proceso creativo propio del diseño. Cuando un arquitecto proyecta tiene la capacidad de implementar este paraguas global que es el Design Thinking en todas las fases del proyecto”, afirma.

El arquitecto debe conocer las necesidades del cliente y por tanto, empatizar. Lo mismo sucede con el emplazamiento o el contexto de cada obra. Durante alguna de las fases del Design Thinking pueden surgir retos de distinta índole que debe solucionar, a veces de manera creativa. Los proyectos también pasan por el prototipado, bien sea con renders o maquetas. 

“Este proceso totalmente integrado en nuestra profesión, ya sea en nuestro perfil de arquitectos proyectistas o de gestión, requiere de una alta rigurosidad. Lo más interesante es que esta metodología innata en la arquitectura ha traspasado otros ámbitos como la gerencia. El diseño y la arquitectura son Design Thinking en estado puro”, explica Moya.

¿Y quién lidera la ejecución del Design Thinking?  

“A veces, cuando un cliente me pide “que le ayude a poner orden” en su organización me doy cuenta que ya están implementando ciertos aspectos de esta metodología de manera inconsciente. Muchas veces es una cuestión de aplicar la metodología con rigor, porque si te quedas solo con la empatía y luego no aterrizas los otros conceptos no sabrás realmente por qué quieres cambiar algo y si realmente es necesario”, reflexiona.

Por último, Moya recomienda llevar a cabo un pequeño ejercicio. 

Preguntarnos el por qué de una necesidad o reto hasta siete veces.

Al final, la verdad saldrá a la luz.

 

Lucía Burbano
Redacción Escola Sert

 

Para saber más

 

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