Nuevas ópticas de formación en urbanismo
Adaptar una ciudad a los retos del presente y del futuro no es tarea fácil. ¿Tiene el urbanismo todas las respuestas?
El urbanismo: una especialidad dinámica y compleja
El urbanismo es una disciplina fundamental y compleja. “Para dar respuesta a los importantes retos de futuro que se plantean en la actualidad, es necesario disponer del conocimiento básico sobre los instrumentos que tenemos a disposición en el marco legal vigente”, plantea Mònica Beguer, codirectora junto con Helena Cruz de los cursos de urbanismo: Introducción al planeamiento urbanístico y El urbanismo al servicio de las personas. Salud, bienestar social y medio ambiente.
Para Pía Fontana y Miguel Mayorga, directores del curso Nuevas proximidades y espacio público, las ciudades son organizaciones cambiantes y dinámicas, y tanto las problemáticas como los paradigmas que rigen los enfoques y miradas a la ciudad también van cambiando.
Las ciudades son organizaciones cambiantes y dinámicas. (Ayuntamiento de Barcelona)
El diseño resiliente tiene mucho que ofrecer a la relación entre ciudad y mar
El espesor cultural del urbanismo. “A partir de las particularidades de cada caso, momento y lugar, aparecen necesidades nuevas o que se pueden abordar de otras maneras. Quizás eso es lo más interesante del urbanismo. Hemos de estar valorando el espesor cultural de la disciplina, en sus ideas, planes, proyectos, realizaciones y experiencias, pero también estar muy atentos a lo cambiante y lo priorizable en cada situación”, explican.
Los retos externos: el cambio climático. Las costas son especialmente sensibles. Este abordaje es el que plantea el curso Frentes litorales, cambio climático y resiliencia. “El diseño resiliente que ya se está ejecutando en la ciudad. Sin embargo, esta estrategía sigue siendo invisible en el punto de contacto entre la ciudad con el mar, donde continúan imperando los tradicionales espigones y diques”, afirma su directora, Miriam García.
Mapa de los corredores verdes potenciales dentro del área metropolitana de Barcelona. (ICTA-UAB)
El curso de introducción al planeamiento urbanístico forma sobre el marco legal
Primero, el marco legal del urbanismo
Curso de introducción al planeamiento urbanístico. Un curso que permitirá a los alumnos conocer los instrumentos urbanísticos regulados que permiten crear un marco concreto y de aplicación obligatoria:
- Los instrumentos de planeamiento supramunicipales, como es el caso de los Planes Territoriales Parciales, los Planes Directores, etc.
- Los instrumentos de planeamiento municipal, como los Planes de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) o las Modificaciones de Planes Generales.
- Los instrumentos de planeamiento derivado, como los Planes Parciales, los Planes de Mejora Urbana, los Planes Especiales Urbanísticos, etc.
- Y por último, los instrumentos de gestión como los Polígonos de Actuación Urbanística (PAU), las actuaciones aisladas de dotación, las actuaciones aisladas de expropiación, etc.
Uno de los cursos de Escola Sert trata sobre cómo crear calles más habitables. Ayuntamiento de Barcelona)
Clima y sociedad, los desafíos urgentes de las ciudades
Las ciudades son de las personas, sus habitantes. Es en las urbes donde vive más del 55% de la población mundial. “En el curso que se imparte en Escuela Sert incidimos en cómo elaborar un buen diagnóstico integrado, que incluye esta participación y trabajo de campo y que nunca pueden ser solo técnicas”, comparte Beguer.
Pensar en la proximidad como una estrategia. Es una tendencia como propuesta de estructura equilibrada y policéntrica urbana, por una parte esto nos obliga a pensar en la metrópoli, pero también en las soluciones a escala urbana de la vida cotidiana. “De ahí que propongamos este curso que es en ese sentido innovador y disruptivo”, dicen Mayorga y Fontana.
Adaptación al clima. García habla de “adaptación” y multidisciplinariedad. “Son proyectos que necesitan de estudios muy potentes sobre los efectos del cambio climático. Esta parcela corresponde a científicos e ingenieros, pero para proponer y articular medidas de adaptación y transformación del espacio público se necesitan arquitectos y urbanistas”.
Mapa de los futuros ejes verdes proyectados por el Ayuntamiento de Barcelona. (Ayuntamiento de Barcelona)
El 55% de la población mundial vive en ciudades.
Tejiendo complicidades y avanzarse a escenarios futuros
La evolución de las sensibilidades y la priorización de las soluciones o respuestas a los problemas de la ciudad irán cambiando. A veces de forma más lenta o más acelerada, según las distintas realidades y contextos.
“En tiempos de tanta incertidumbre es difícil vaticinar un escenario fijo. Lo que sí está claro es que tendremos que cambiar muchas inercias sobre cómo abordar la arquitectura y el urbanismo, y hacer que esto sea una tendencia”, dicen Mayorga y Fontana.
Aunque de momento no podemos hablar de urbes sostenibles, la obligación es que, desde el conocimiento de la ciudad existente, se aprovechen los medios y herramientas a disposición de los profesionales que permitan conseguir este objetivo.
El objetivo a medio y largo plazo debe ser conseguir ciudaes realmente sostenibles. (Ayuntamiento de Barcelona)
Beguer opina que cada vez existe un mayor necesidad por regenerar y mejorar las ciudades, especialmente desde el punto de vista social y medioambiental. “Pero para ejecutar estos cambios es necesario conocer las herramientas que lo hacen posible”, subraya.
García afirma que hay que cambiar el enfoque actual sobre cómo se aborda el cambio climático desde el urbanismo. “Es una gran oportunidad para el diseño y para mejorar los beneficios ecosistémicos, la calidad espacial y formal y hacer proyectos increíbles”, reflexiona.
“En las últimas décadas se ha hecho más persistente la confluencia de políticas y propuestas urbanas que plantean, tanto a nivel global como local, el objetivo de avanzar hacia urbes más habitables. Son un conjunto de ideas, experiencias o tendencias, líneas de trabajo que coinciden e interactúan, y que nos pueden dotar de criterios y herramientas para ayudar a atender a las particularidades y singularidades de cada caso”, dicen Mayorga y Fontana.
Estos arquitectos hablan, en concreto, de una serie de “nuevos urbanismos” que ponen en valor aspectos como:
- El desarrollo sostenible.
- Las ciudades inteligentes.
- Los retos de la agenda urbana.
- La adaptación y mitigación del cambio climático.
- La resiliencia urbana.
- La ciudad inclusiva.
- La participación ciudadana
- La regeneración urbana.
Abordar el cambio climático desde el urbanismo ayuda a avanzar hacia ciudades más habitables. (Ayuntamiento de Barcelona)
Hay demanda hacia este nuevo urbanismo
Para afrontar retos como la adaptación al cambio climático, la formación en urbanismo se convierte en la herramienta clave. Por eso, García aboga por “integrar en la formación de los profesionales de arquitectura los conocimientos necesarios para comprender los procesos climáticos, así como las estrategias de diseño para disminuir la vulnerabilidad de nuestros territorios y ciudades”.
Para Beguer, el urbanismo es, sobre todo, una especialidad “necesaria”. “Ha sido una disciplina un poco olvidada en los últimos años y esto se refleja en la falta de relevo generacional que nos encontramos ahora”, explica.
La arquitecta reivindica al urbanista como el profesional que trabaja para mejorar la habitabilidad de ciudades y pueblos. “En un momento de emergencia climática y social, hay que impulsar la especialidad del urbanista, no solo del arquitecto o arquitecta'', asegura.
Buscando la figura capaz de tomar decisiones. Mayorga y Fontana también hacen hincapié en la importancia de una figura que tome decisiones y realice un seguimiento más informado de todo plan, programa y proyecto que permita un mejor diseño y gestión del tiempo.
“Para estudiar e intervenir en el espacio público, debemos identificar mejor los problemas y necesidades y para hacerlo hay que visibilizar y medir muchas otras cosas, más de las que estábamos acostumbrados. A las condiciones formales, las más visibles, se les superponen e interactúan entre ellas, las sociales, económicas y ambientales”, concluyen.
Lucía Burbano
Redacción Escola Sert