(Imagen: La Mar d’arquitectes)

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Edificación y rehabilitación

La Xarxaire, un modelo arquitectónico cooperativo en un barrio gentrificado

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La Xarxaire es un proyecto cooperativo ubicado en la Barceloneta. Destaca porque ha resuelto la tensión entre la tradición y la contemporaneidad con materiales naturales y técnicas innovadoras y sostenibles. Además, se autodenomina “subversivo”, ya que representa una alternativa al modelo de especulación inmobiliaria.

Arquitectura cooperativa en la Barceloneta

Todo empezó con una guerra. 

El nacimiento del barrio de la Barceloneta está vinculado a la Guerra de Sucesión (1701-1714), aunque su construcción no comenzó hasta 1753.

Urbanísticamente, se caracteriza por la repetición de manzanas largas y estrechas, donde se edificaron casas unifamiliares. Estas viviendas consisten en una planta baja y un piso superior para alojar a la población que se dedicaba a tareas relacionadas con el mar y con la creciente industria portuaria y la construcción del ferrocarril.

La demanda de mano de obra multiplicó la población del barrio y se autorizó la ampliación de las viviendas. A partir de aquí se añadieron uno y dos pisos. También se dividieron las casas horizontalmente en dos. Así nacieron los característicos “cuartos de casa” que redujeron la superficie inicial de 140m2 a los actuales 35m2 por vivienda.

Momento en que se puso la primera piedra de La Xarxaire

Momento en el que se puso la primera piedra del proyecto de La Xarxaire. (La Mar d’arquitectes)

El edificio de La Xarxaire está ubicado en el número 11 del Passeig Joan de Borbó

Con los Juegos Olímpicos, la ciudad se abrió al mar y “descubrió” el barrio de la Barceloneta al mundo. Ahí se inició el proceso de gentrificación y los problemas del precio de la vivienda en Barcelona. Este fenómeno de subidas de precio de los alquileres de forma insostenible para sus residentes, entre ellos, Lis Figueras y Toni Vidal. Los dos son arquitectos de La Mar d’arquitectes y autores de La Xarxaire, un modelo de arquitectura cooperativa formado por ocho familias, la de Figueras y Vidal entre ellas.

Y todo siguió con una lucha vecinal.

Ubicado en el número 11 del Passeig Joan de Borbó, el edificio que anteriormente se situó en el solar fue de propiedad estatal. Luego, fue abandonado, ocupado -y okupado- por el movimiento Miles de Viviendas. Este grupo se oponía a la especulación inmobiliaria y, en concreto, a la construcción de un hotel en su emplazamiento. Además, contaron con el apoyo generalizado de los residentes.

“Lo que la Barceloneta necesitaba y necesita no es un hotel, sino más vivienda social”, explica Lis Figueras. “En  2015, el ayuntamiento de Barcelona adquiere el solar y lo destina a una promoción en cesión de uso, con una vocación muy territorial. Las personas que actualmente vivimos en La Xarxaire venimos del mundo asociativo muy vinculado al barrio. Solo el hecho de estar aquí demuestra que en la Barceloneta pueden pasar otras cosas”, comparte.

Fachada del edificio la Xarxaire

La fachada finalizada de La Xarxaire. (La Mar d’arquitectes)

Arquitectura vernácula con guiños a José Antonio Coderch

El proyecto de La Xarxaire colocó la primera piedra en 2020 y se inauguró en marzo de 2023. Se trata de un edificio de 5 plantas, donde la planta baja y la azotea son zonas comunes para el disfrute de los residentes. 

La superficie construida por planta es de 122 m² hasta la planta tercera y de 97 m² en las plantas cuarta y quinta a causa de un retranqueo de 3 metros en la fachada posterior de obligada aplicación, según el PERI de la Barceloneta.

“La duda inicial era cómo resolver el encaje tipológico de las viviendas, ya que tenemos una medianera y tres fachadas, y si debíamos orientarlas todas hacia el puerto”, detalla Toni Vidal

Sin embargo, el resultado “hubiera sido unas viviendas muy alargadas y, sobre todo, la situada en la medianera tenía mucha menos repercusión de fachada que la situada en la esquina. Al final, de manera natural, nos fuimos inclinando hacia dos tipologías por planta en el sentido transversal, de forma que hay una vivienda orientada al puerto y otra a la parte posterior, donde está el mercado”, explica.

De lo que no tenían dudas los arquitectos era que La Xarxaire debía dialogar arquitectónicamente con el barrio, pero con un lenguaje contemporáneo. Sus fachadas replican las aperturas tradicionales y se protegen del sol con tradicionales persianas enrollables de cordel, muy extendidas en la Barceloneta. Las esquinas también se revalorizan con ventanales y balcones que aprovechan la luz mediterránea.

Andamios del proyecto de La Xarxaire

La Xarxaire quiso dotar de vivienda social a un barrio tan necesitado de estos equipamientos como es la Barceloneta. (La Mar d’arquitectes)

"La Xarxaire debía dialogar arquitectónicamente con el barrio"

De lo que no tenían dudas los arquitectos era que "La Xarxaire debía dialogar arquitectónicamente con el barrio", pero con un lenguaje contemporáneo. Sus fachadas replican las aperturas tradicionales y se protegen del sol con tradicionales persianas enrollables de cordel, muy extendidas en la Barceloneta. Las esquinas también se revalorizan con ventanales y balcones que aprovechan la luz mediterránea.

Además, La Mar d’arquitectes rinde homenaje a un ilustre vecino; el Instituto Social de la Marina de José Antonio Coderch. Es un edificio en un emplazamiento prácticamente simétrico a La Xarxaire y situado a pocos metros de distancia, en el mismo Passeig Joan de Borbó. 

“Lo tuvimos muy presente en la elección de materiales, sobre todo de la planta baja, cuando escogimos la baldosa vidriada, que queríamos que fuera del mismo color".

Distribución de los espacios privados y comunes

Las 8 viviendas son de tres tamaños; pequeño, mediano y grande, que se adaptan a las necesidades de sus usuarios. “Aunque la parcela es algo más grande de las que existen en el barrio, son 8,5 m por 14 m, sigue siendo pequeña. Jugó a nuestro favor que los residentes ya vivían en la Barceloneta y estaban acostumbrados a pisos pequeños. Además, en la cooperativa hay gente que vive sola y familias de 3 y 4 personas”, dice Figueras.

Plano del proyecto de la Xarxaire

Plano de la planta baja de la Xarxaire. (La Mar d’arquitectes)

La arquitecta explica que para ellos fue muy importante conseguir la sensación de amplitud y luminosidad en las viviendas, a pesar de su tamaño. “La fachada jugó a nuestro favor para aprovechar las grandes aperturas y tener una perspectiva del horizonte”, continúa.

Dos elementos llaman la atención, los mencionados ventanales de madera y el uso de madera también en el techo. Los primeros destacan por sus persianas enrollables que sitúan al visitante en este barrio marinero. Mientras que el segundo llama la atención por el empleo de un material que además tiene una función estructural como veremos más adelante.

Madera en La Xarxaire

El uso de la madera en ventanales y techos es otro de los rasgos característicos de este proyecto. (La Mar d’arquitectes)

La distribución ideada por los arquitectos concede un papel central a la zona húmeda —inodoro y ducha. En ella, la encimera del lavabo se sitúa fuera para convertirse en una zona de paso y participar de la circulación fluida. El resto de espacios de cocina, comedor, sala de estar y dormitorios se distribuyen a su alrededor y por todo el perímetro de la fachada.   

A partir de este esquema, cada familia decidió si quería abrir o cerrar los dormitorios. Sobre esta dicotomía, Figueras destaca que es completamente reversible y adaptable a necesidades futuras que puedan tener sus residentes.

Planos de las plantas 1, 2 y 3 del proyecto

Plano de las plantas 1, 2 y 3. (La Mar d’arquitectes)

Sobre los espacios comunes, Figueras explica que mientras la azotea está reservada para el uso exclusivo de los vecinos, la planta baja puede ser una zona infantil, de reunión y/o trabajo. Aprovecharán los grandes ventanales para crear un escaparate solidario que periódicamente muestre el trabajo artístico o cultural de personas del barrio, con el consenso del colectivo de La Xarxaire.

Colectivo La Xarxaire

Integrantes del Colectivo La Xarxaire. (Imagen: La Mar d’arquitectes)

Cada familia decidió si abría o cerraba los dormitorios

Innovación y tradición en los sistemas constructivos

El dúo de la Mar d’arquitectes también destaca con otro diálogo que tiene lugar en La Xarxaire. En concreto se trata de aunar innovación y tradición mediante los materiales vistos. Así aportan distintas texturas que los revaloriza más allá de su estricto sentido funcional, y que articulan el sistema constructivo del edificio.

Para conseguir un edificio más eficiente desde el punto de vista ambiental y de la eficiencia energética, se suceden distintas estrategias que combinan materiales y sistemas prefabricados.

En la planta baja, el hormigón es el protagonista en la estructura hasta el techo de la propia planta. A partir de aquí, la estructura pasa a ser metálica con unos paneles de madera CLT atornillados de un grosor de 16 cm. Así se aporta la resistencia estructural y al fuego necesarias. Para los cierres, los arquitectos utilizaron una cerámica tipo gero, que también queda vista.

Esta transición se hace evidente en la escalera interior, de hormigón en la planta baja y de metal troquelado sucesivamente, una decisión, como explica Vidal, motivada por prescripción normativa: “La escalera tenía que ser muy transparente para que permitiera la visibilidad e iluminación total y debía colocarse junto a la fachada. Pero al existir un retranqueo a partir de la cuarta planta ideamos un escalonado para que la luz bañara esta escalera ligera y que la luz natural que entra desde arriba pudiera llegar hasta la planta baja”, relata.

Tanto la estructura metálica como la de madera se ejecutaron siguiendo el principio de la industrialización y prefabricación. Es decir, fueron fabricados en el taller y ensamblados directamente en la obra. Así se logra una mayor rapidez en la ejecución y además permite que la estructura sea totalmente reversible, desmontable y reutilizable.

Para mejorar el rendimiento acústico del edificio sin renunciar a la ligereza de la estructura de madera, la composición del pavimento es de solera seca. Se trata de una técnica que, combinada con aislamiento de alta densidad, permitió a los arquitectos no utilizar hormigón y aprovechar mejor un recurso como el hídrico. Además,  a partir del techo de la planta baja no se ha utilizado agua para la obra, excepto en las juntas de mortero perimetrales. 

Plano de las plantas de la Xarxaire

La Xarxaire resuelve con innovación e tecnificación este diálogo con la arquitectura tradicional, en la cual, materiales como la madera especialmente, y el gero, ubican al edificio en su emplazamiento actual, mediterráneo y marinero, de manera natural. Mediante la domesticidad de las técnicas y los materiales empleados, que conviven en una tensión palpable pero resuelta por La Mar d'arquitectes, el lenguaje arquitectónico tradicional y contemporáneo conviven sin aristas ni altisonancias. 

 

Lucía Burbano
Redacción Escola Sert

Comentarios

Subido por Gabriela Rojman Smud (no verificado) el Mié, 14/06/2023 - 19:31

Felicitats! Feia molt que no veia una distribució en planta tan acurada i eficaç. Estic segura que promourà la felicitat dels seus habitants. Enhorabona!

Subido por bakeryeditor el Lun, 26/06/2023 - 09:09

Hola Gabriela, 

moltes gràcies pel teu comentari, celebrem que t'hagi agradat!

Salutacions, 

Escola SERT

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