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Edificación y rehabilitación

La medicalización del Hotel Catalonia Plaza durante la pandemia de Covid-19

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Un elemento clave en la gestión sanitaria de la crisis de la Covid-19 ha sido la incorporación de diferentes instalaciones hoteleras como hoteles-salud, que durante los momentos más duros de la pandemia acogieron pacientes en fase de recuperación. La adaptación de estos equipamientos se hizo en un tiempo récord, gracias a la generosidad de los hoteleros y a la rápida toma de decisiones de los profesionales que en ese momento estaban en primera línea.

 

(Imagen: COAC)

La reorganización fue similar a la que se hizo en otras instalaciones como recintos feriales o deportivos. Una ordenación de pabellones tiene la gran ventaja de poder dar servicios a muchos pacientes con muy poco personal. Pero en el proceso de recuperación conviene tener en cuenta factores como la privacidad, la comodidad y la higiene de la persona enferma. Todos ellos son elementos claves en su mejora que, hoy en día, definen el diseño de un hospital.

Un hotel, igual que un hospital, se define por un gran número de habitaciones —cada una con su propio baño, su segregación de zonas técnicas y públicas, la capacidad de dar servicio a mucha gente a la vez y, generalmente, la centralización de las instalaciones.

Sin embargo, a pesar de que en la gestión de la crisis de la Covid-19 podemos afirmar que todos los hoteles sirven para echar una mano, el ejercicio de adaptar el programa de un hospital de infecciosos —que requiere la oxigenación de los pacientes— a un hotel —no ideado para realizar esta función— hace que no todos establecimientos de este tipo sirvan.

Equip d'oxigen habitacions hotel

Equipo de oxigenación en las habitaciones (COAC).

El estudio del proyecto Hotel-Salud, realizado desde el COAC en colaboración con el Hospital Clínic y el Hotel Catalonia Plaza, tiene como principal objetivo recopilar la experiencia acumulada y marcar unas pautas de actuación. Así, si fuera necesario en el futuro, el montaje de los hoteles-salud podría realizarse con todo el conocimiento posible de los factores urbanísticos, arquitectónicos y constructivos a tener en cuenta, sumados a los conocimientos clínicos y de infraestructuras.

 

La hospitalización del Hotel Catalonia Plaza en Barcelona

El proceso de transformación en hospital de infecciosos del hotel Catalonia Plaza siguió los cambios de realidad que iba imponiendo la crisis de la Covid-19. Si bien, en un inicio se trasladaban los pacientes que estaban menos graves y asintomáticos, el avance de la pandemia obligaba a incorporar servicios para dar asistencia a enfermos con mayores necesidades, hasta llegar a dar servicios de oxigenación.

Aunque las transformaciones que el cambio de objetivos obligaba, el relato de la imagen final que quedó del hotel nos ayuda a entender las necesidades, el programa y las herramientas que la transformación obligó a aplicar. Este relato tiene por tanto diferentes escalas: una escala urbana y de implantación, una segunda de encaje de programa en el edificio existente, una tercera de transformaciones y elementos necesarios y una última de tipo normativo.

Lo más importante es entender que en ningún caso esta transformación debía de ser permanente, y que, por tanto, las acciones a realizar debían ser totalmente reversibles, sin dejar rastro, respecto a elementos de difícil sustitución, como panelados o revestimientos especiales.

Delegació COAC

El 23 de abril de 2020, COAC Barcelona entregó 460 libros de arquitectos solidarios a pacientes y equipo sanitario del Hotel medicalizado (COAC).

El proceso de transformación en hospital de infecciosos del Hotel Catalonia Plaza siguió los cambios que la crisis de la Covid-19 iba imponiendo.

Toda la transformación estuvo dirigida por los departamentos de Calidad y Seguridad Clínica y el Dispositivo Transversal de Hospitalización a Domicilio del Hospital Clínico, dirigidos por el Dr. Feu i Carme Hernàndez, respectivamente. Las herramientas de transformación quedaron a cargo de los mismos servicios de mantenimiento de infraestructuras del Clínic, dirigidos por José Antonio Marín y los Generales, dirigidos por Rosa Olivares.

 

La escala urbana

El primer elemento a tener en cuenta fue escoger un hotel salud que estuviera situado en el área sanitaria asociada a cada Hospital de referencia. En este sentido, el Catalonia Plaza se encuentra en el área de influencia del Hospital Clínic.

Si bien la distancia al hospital de referencia no era un hecho destacable, ya que los pacientes se movían en ambulancia y los trabajadores no necesitaron desplazarse de un lugar a otro, sí que es importante que la instalación quedara dentro del área de influencia con tal de tenerla como un referente territorial para los propios pacientes y simplificar ciertas operativas, como ahora el transporte de ambulancias.

De cara a la implementación exterior, se segregaron tres entradas diferenciadas en el hotel: una para el transporte de mercancías, una segunda para la entrada y salida de personas enfermas y una tercera para el personal sanitario.

Hotel Salut IV

Plano de las zonas de acceso en el Hotel Catalonia Plaza (COAC).

Era importante que la instalación quedara dentro del área de influencia a fin de tenerlo como un referente territorial.

La entrada de enfermos obligó a reservar una parte de la calle para la parada de ambulancia. Uno de estos vehículos acostumbraba a trasladar más de un paciente, y cada uno de los convalecientes debía entrar por separado. Por lo tanto, esta parada debía permitir un tiempo de espera bastante más largo del habitual. También era necesario que el recorrido de los enfermos se hiciera por un camino separado con vallas para evitar el riesgo de contagios.

La prestación de servicios de oxígeno para los pacientes se realizó con un camión cisterna aparcado en la acera y una red de distribución que se realizaba por la fachada. El espacio que esta cisterna ocupa, juntamente con el del camión que se encarga de la recarga es de cerca de los 160 m2. Esta instalación era muy sensible y había que legalizarla. Además, no podía estar a menos de 15 metros de una fuente ignífuga (incluido el asfalto) y necesitaba un intercambiador para poder hacer la distribución del oxígeno y, también, para la recarga era necesario un grupo electrógeno.

En el caso del Hotel Catalonia Plaza, todo esto se pudo instalar en la gran acera de calle Tarragona, que garantizaba las medidas de seguridad. Aunque para aislar la instalación del grupo electrógeno, este generó un paramento ignífugo para asegurar los 15 metros de separación. La red de distribución se realizó por la fachada y entraba por una habitación de cada planta, sustituyendo el vidrio de la ventana con un metacrilato que incorporaba la perforación de la entrada del tubo.

 

Camió oxígen

La prestación de servicios de oxígeno para los pacientes se realizó con un camión cisterna (COAC).

Programa del Hotel-Salud

El hotel dispone de unas magníficas instalaciones para convenciones, con una gran sala divisible, un grupo de pequeñas salas, una cocina de regeneración capaz de hacer banquetes para centenares de personas. Todos los espacios estaban conectados tanto con la entrada principal del hotel, como con la de mercancías a través de un gran montacargas. Esto permitió que de una manera muy sencilla se pudiera disponer de suficientes espacios para poner tanto las áreas de farmacia como de enfermería, limpieza, etc. Pero, antes que nada, fue necesario reutilizar una serie de herramientas previas consistentes en:

  • La recogida y almacenaje de todos los elementos no necesarios de las habitaciones y los espacios comunes, incluidas las cortinas, sofás y elementos de decoración. Todos ellos fueron codificados y guardados en la gran sala de convenciones.
  • La protección con pladur de todos aquellos elementos como pantallas LED que no podían ser desmontados y que su sustitución hubiera sido económicamente más costosa.

La parte más importante a la hora de hospitalizar un hotel es la separación de los recorridos de las personas enfermas y del personal sanitario. Hacia falta que toda la zona de infectados funcionara de manera autónoma respecto a la limpia. Para eso, era necesario que el hotel —aprovechando de que siempre disponen de un núcleo de servicios y uno de clientes— segregara un área de la otra y marcara con un sistema parecido a las esclusas los pasos entre la zona limpia y la sucia, permitiendo a los trabajadores equiparse con sistemas de protección.

Esta autonomía debía ser tan extremada como fuera posible. Separando en dos los servicios de limpieza (cada uno con su propio office), circulaciones, escaleras, ascensores… Ya que cada punto de contacto podía ser un riesgo de infección.

Axonometria de les plantes

Esquema de circulaciones del Hotel salud (COAC).

Cada punto de contacto en el hotel se convertía en un riesgo de infección.

Por lo tanto, para adaptar el programa de un hospital en un hotel hay que fijarse en dos elementos básicos. Por un lado, la segregación de los recorridos; y por el otro, en la ubicación dentro del mismo edificio de los espacios necesarios para un correcto funcionamiento del hospital que, básicamente, se pueden resumir en los siguientes:

  • Recepción: ligada al circuito de enfermos y al de sanitarios. Punto de conexión, pero no de contacto. Con una zona para la dirección del edificio.
  • Cocina de regeneración: ligada a la cantina para el personal general, cantina de personal sanitario y habitaciones.
  • Espacios ropa: limpia y sucia.
  • Área de enfermería y botiquín
  • Área de médicos y zona de reuniones
  • Área de mantenimiento
  • Vestuarios: personal sanitario y personal de limpieza
  • Área de atención telefónica: ligada a la zona de sanitarios.

En el caso del hotel Catalonia Plaza, la mayoría de las zonas de servicio se ubicaron en la planta sótano, en la zona de convenciones, donde quedaba garantizado tanto el acceso de las mercancías como el de personal, así como el recorrido de productos limpios y sucios. Todo ello con un único punto de contacto: el ascensor.

Distribucio plantes

Intervencions fetes a una de les plantes de l'Hotel Catalonia Plaza (COAC).

Desde la cocina de regeneración del centro de convenciones se podía acceder tanto al ascensor de personal como al de los enfermos y dar servicio a ambos sin riesgo.

Conceptualmente, las mercancías (ropa, comida y medicamentos) entraban por el muelle de descarga y a través de un montacargas bajaban al sótano donde se contribuían a su destino (botiquín, almacenes, cocina…). Desde este punto se podían distribuir a cada planta por el núcleo de comunicaciones de clientes del hotel que pasó a ser un núcleo limpio.

La geometría de la organización de las habitaciones con pasillo que da la vuelta a toda la planta es óptima para permitir segregar un espacio limpio independiente del resto que pasaba a ser de infecciosos, con su propio ascensor cada uno que conectaba directamente con la entrada de enfermos y servicios.

Planol Hotel Salut

El pasillo del hotel generaba un recorrido circular que propiciaba que desde un núcleo muy pequeño se accediera muy rápido a muchas habitaciones.

En las plantas de habitaciones se destinaron cuatro cámaras para uso del personal sanitario: un box de medicina, uno de enfermería, un almacén y un área de descanso, que hacia las funciones de vestuario. El acceso al ámbito sanitario se realizaba desde el ascensor de clientes, donde su vestíbulo se situaron mesas con ordenadores para la entrada de datos médicos y despachos de gestión y dirección general.

Desde el espacio sanitario de cada planta se generó un sistema de compuertas hechas con dos puertas correderas que separaba el pasillo y generaba un espacio de intercambio de las dos zonas donde el personal sanitario se colocaba los equipos de protección y se accedía a la zona de enfermos, que disponía de su propio office de limpieza independiente de la zona sanitaria. Conviene destacar las bondades del sistema, ya que, por un lado, el hecho que el pasillo del hotel generaba un recorrido circular propiciaba que desde un núcleo muy pequeño se tuviera acceso muy rápido a muchas habitaciones (47 por planta).

Conviene indicar que para la fijación de estas puertas no se utilizó ningún elemento mecánico que pudiera malmeter alguno de los acabados, sino que se recurrió en la mayoría de casos a cinta de doble cara y velcro.

Detall zona intermitja i porta de sectorització

Detalle zona intermedia y puerta de sectorización (COAC).

Organización de las habitaciones

En referencia a las habitaciones, es importante destacar que la condición de los pacientes no hacía necesario que los baños fueran adaptados. La única necesidad era la existencia de un plato de ducha en lugar de una bañera. Cada habitación se sustituyó la cama de matrimonio, que se almacenó en el salón de convenciones en dos individuales, y se separó una cama de la otra con una mampara. A pesar de esta previsión de habitaciones dobles, en realidad las habitaciones quedaron ocupadas por un solo usuario.

El pasillo disponía en la puerta de cada habitación de un cubo de basura de 30 litros con una bolsa dentro tratada con desinfectante. Este cubo se replicaba en el interior de la habitación y es donde iba a parar todos los deshechos y bandejas de comida, que eran de un solo uso.

Generalmente, un hotel no estaba pensado para dar tratamiento de enfermos, y sus niveles de iluminación tenían unas exigencias bastante bajas respecto a la escala de intensidad de la luz. Es por eso que muchas zonas de los pasillos y de las habitaciones necesitaron añadir un fluorescente estanco de apoyo.

Para poder simplificar las comunicaciones con el personal de enfermería asignado a cada habitación, y dado que el sistema de telefonía de las habitaciones no funcionaba por IP, se cambiaron todos los teléfonos por unos móviles, que tenían pregrabadas las conexiones con el personal sanitario. Además, en los casos más graves, se instaló una cámara de vídeo conectada con wifi al box de enfermería, desde donde el personal podía tener control de las personas enfermas.

Zona de treball

Control de las habitaciones desde la enfermería del Hotel Catalonia Plaza (COAC).

En los casos más graves, se instaló una cámara de vídeo conectada por wifi en el box de enfermería, desde donde el personal podía tener control de las personas enfermas.

En el hotel Plaza solo se oxigenaron dos plantas, aunque se podía haber incorporado a todas las plantas en caso de aumento de casos críticos. El tubo con el oxígeno entraba por la fachada a través de una ventana donde se cambió el vidrio por un metacrilato agujereado. Este tubo daba todo el recorrido en anillo por el pasillo, colgado por el techo de pladur, y entraba a cada habitación. Para evitar perforaciones en los acabados de madera de las paredes y garantizar la reversibilidad de todas las mejoras, el tubo también iba suspendido y obligaba a dejar la puerta abierta. Una vez dentro de la habitación, la instalación ha llegado al punto de consumo sujetada con cinta a doble cara con la cabecera de la cama.

La legalización de esta instalación fue muy compleja, ya que al dejar las puertas bloqueadas no se respetaban los sectores de incendio del edificio.

En las habitaciones con oxígeno se encontraban los enfermos más graves. Porque las medidas de los ascensores hacían imposible de entrar camas de hospital, era necesario utilizar las bases existentes. Para hacer compatible estas bases con las necesidades de altura y de posición que estas camas necesitan, se hicieron expresamente unas patas nuevas para el somier, que permitían guardar 15 cm de altura y favorecer el trabajo de enfermería, y unas cuñas de madera majo el colchón que permitieran al enfermo en una posición más cómoda.

Plano habitaciones Hotel Plaza

Plano de las habitaciones (COAC).

Conclusiones

La hospitalización de un hotel parte de unas premisas básicas que como hemos visto van desde la mirada más urbana hasta el detalle de la altura de las patas de una cama. En el ámbito arquitectónico fue importante hacer reversibles todas las modificaciones sin ninguna afectación para el hotel.

Con estas premisas, el equipo de trabajo de la Escola Sert intenta generar un modelo de estandarización que permita de una manera eficaz diferenciar qué instalaciones son óptimas para cada tarea, y dar herramientas que permitan una conversación lo más eficaz posible.

Estas herramientas se sustentan en dos cuestiones:

  • A escala urbana: ¿es posible la implantación de un tanque de oxígeno en la calle? ¿Disponemos de más de una entrada?
  • En el análisis del edificio en sí: ¿es posible la división en planta y sección de una zona para personas enfermas y otra para personal sanitario en la proporción adecuada? ¿Disponemos de una cocina regeneración? ¿Hay suficientes espacios de almacenaje para todo el mobiliario existente? ¿Disponemos de un ascensor lo bastante grande para entrar literas? (Este último punto es casi imposible de conseguir).
  • Este listado de necesidades y soluciones de implantación se pueden resumir en un diagrama de circulaciones en una hoja de Excel que permiten disponer de un programa funcional basado en el número de habitaciones.
  • Un hecho al cual no se pudo dar suficiente importancia es el año de construcción del edificio. Ya que la aplicación del CTE obligó que, en el cumplimiento del RITE, las aportaciones del aire son forzadas y, por lo tanto, abriendo totalmente la compuerta del intercambiador de aire podemos no depender de la apertura de ventanas para garantizar la correcta ventilación del edificio.
  • En el detalle de la habitación, ¿dispone la habitación de plato de ducha? Por lo que se refiere a los acabados, ¿permite una limpieza sencilla? A escala de pavimentos, ¿hay moqueta en el edificio?
  • Una vez escogida la instalación hay una tarea previa a realizar, consistente en la recogida y marcaje de todos los elementos de decoración que conviene retirar.
  • Utilizando las fichas de mobiliario que en el diseño de los hoteles permiten montar habitaciones en poco tiempo, podemos generar un sistema de códigos que faciliten una recogida ordenada e identifiquen el objeto con su disposición.

La hospitalización de un hotel parte de unas premisas básicas que van desde la mirada más urbana, hasta el detalle de la altura de las patas de una cama.

En lo referente a las instalaciones y licencia de actividades y las actuaciones de Medicalización temporal de un hotel como espacio de apoyo a los hospitales.

Para poder disponer de la funcionalidad y legalidad adecuada en las actuaciones que dirigen los equipos hospitalarios se deben realizar las siguientes actuaciones:

  • Aportación de aire de ventilación 100% exterior y anulación de la recirculación.
  • Disposición de equipos externos de oxígeno en cada habitación. Esta instalación se legalizará ante el Departament d’Industria. Es un montaje que ocupa un espacio de la vía pública que se gestionará con el Ayuntamiento y el acceso de cada habitación condiciona que las puertas de las habitaciones tengan que permanecer abiertas.
  • Las dobles circulaciones verticales y horizontales de espacios limpios y sucios hace que se deban crear esclusas de cambio de cambio de EPIS.

Las dos actuaciones últimas se relacionan con el funcionamiento habitual de un hotel en caso de incendio, afectando la sectorización de las habitaciones y la libre circulación y distancias de las vías de evacuación iniciales.

Por este motivo, se considera que la figura legal que ampara las medidas correctoras de este nuevo uso temporal es un Plan de Autoprotección don el uso pasa a ser hospitalario, se respetaran los dos sectores de planta de 1500 m2 y las longitudes máximas de 25 metros y 35 metros, según sean una o dos salidas. El yunque no es un elemento sectorizado.

Hotel salut XI

L'Hotel Catalonia Plaza durant el primer confinament (Francisco Àvia—Hospital Clínic de Barcelona).

En lo referente a piezas específicas de diseño y estandarización

Como acabamos de ver, las puertas de los yunques colocada en medio del pasillo són una solución brillante, pero desaconsejables en tanto que pueden afectar los recorridos de evacuación al ser imposible de respetar el ancho de paso mínimo de 80 centímetros.

Un pasillo de hotel tiene un ancho medio de 135 centímetros, llegando a los 150 en los espacios frente a las puertas. Es por eso que el sistema de puertas correderas —que en el ámbito de montaje óptimo, ya que se puede efectuar sin fijaciones mecánicas o fijado solo al techo— no es viable, para garantizar el ancho de 80 centímetros necesitamos disponer del doble. Una solución consiste en cambiar el sistema de correderas por el de acordeón, que puede adaptarse a cualquier ángulo y además, en caso de necesidad puede abrirse del todo, liberando el máximo espacio de paso.

Con estas compuertas, la medicalización hospitalaria pide una serie de elementos extras que conviene tener preparados en el momento de la implantación.

Mesas para el box de medicina y enfermería, cubos para basura en cada habitación, alzas de pata de cama, cuñas para puertas y colchones… Todo esto queda recogido en la misma hoja de Excel de programa, de manera que en muy poco tiempo podamos dar respuesta a las necesidades de hospitalización, y disponer de un listado de mediciones de primera llegada.

Hospital Salut XII

Equipamiento sanitario utilitzado en la medicalización del Hotel Catalonia Plaza (Francisco Àvia—Hospital Clínic de Barcelona).

Como bien explica Carme Hernàndez, responsable del Dispositivo Transversal de Hospitalización a Domicilio del Hospital Clínic, la percepción general ha sido muy positiva entre las personas enfermas que han sido atendidas en el Hotel-Salud del Hotel Catalonia Plaza. La innovación del equipo humano del Hospital Clínico también ha buscado iniciativas como Més a prop teu para hacer llegar tablets digitales que mejoraran la relación con la familia y los amigos. Pero también se trabajó para generar un concurso de dibujos o una biblioteca compartida donde el Colegio de Arquitectos hizo llegar 460 libros solidarios de arquitectos en el día de Sant Jordi, con el apoyo para el transporte que hizo la Cooperativa Jordi Capell, la librería del COAC.

Estos aprendizajes que hemos generado con esta actuación de emergencia también puede ser interesante valorar su utilidad —entendiendo que esta situación es puntual— para los hoteles del futuro.

Es cierto que partimos de una verdad ciertamente tranquilizadora: cuando los hospitales no dieron abasto, lo hoteles pudieron pasar a la primera línea de frente. Y esto demuestra el alto nivel de nuestras instalaciones. Asimismo, ciertas acciones que ayudarían a elementos claves para el mantenimiento y limpieza —como ampliar medidas de los ascensores-montacargas o aprovechar que cada vez se instalan más reguladores de intensidad para contar con una escena con mucha más intensidad lumínica— permitirían en el día a día del hotel muchas más facilidades para la limpieza y la movilidad de los elementos. De cara a una nueva emergencia, se podría solucionar uno de los factores más incómodos que la transformación ha tenido que encarar.

Esta actuación tan importante que ha hecho el Hospital Clínic, con la colaboración del Hotel Catalònia Plaza, que gratuitamente ha cedido todos los espacios, ha permitido durante dos meses ayudar a la recuperación de más de 700 pacientes, un claro ejemplo de adaptación de la arquitectura a las necesidades de la pandemia y gran muestra de hospitalidad de todas las personas que han ayudado a hacerlo posible.

Este trabajado ha sido redactado por el equipo de trabajo de la Escola Sert del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya para el postgrado arquitectura hotelera 3.0, dirigido por David Isern Pascual, juntamente con Marta Jiménez, Ferran Cortina, David Caminero, Leyre Moreno, Núria Turró, Lluísa Sànchez, Anna Prats y Sandra Bestraten.

Vídeo en YouTube: Hotels Salut. La medicalització dels hotels | Arquitectes davant l'emergència

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