La producción de los materiales causa impactos ambientales de gran importancia. Un 25% de la extracción total de materias primas de la corteza de la tierra tiene destino en los productos que se emplean en la construcción, mantenimiento y rehabilitación de los edificios. Por otra parte, hasta un 40% de los residuos totales generados por la sociedad tienen origen en la construcción, rehabilitación y demolición de edificios (y la gran mayoría de ellos no se recicla). Estos procesos, además de consumir recursos no renovables y generar residuos contaminantes, requieren energía, emiten gases de efecto invernadero y envían compuestos tóxicos al ambiente. ¿Qué puede hacerse, desde el rol de los arquitectos, para disminuir estos impactos ambientales? La economía circular, como herramienta, y la visión de ciclo de vida, como metodología, proporcionan caminos claros para un cambio de modelo en el sector de la edificación.