Agile, el método de gestión que transforma los despachos de arquitectura
La construcción en general, y especialmente la arquitectura, se ha tenido que transformar para adaptarse a nuevos enfoques y, sobre todo, a nuevos valores y requisitos. Eso se traduce en una gestión empresarial de los despachos de arquitectura que ha virado de la jerarquía vertical a la gestión horizontal. Un modelo “ágil” que pone el énfasis en la colaboración y el trabajo en equipo.
¿Qué son las metodologías ágiles?
Agile es mucho más que una metodología, es una manera de trabajar, casi una filosofía, para desarrollar todo tipo de proyectos que requieran rapidez y flexibilidad. Su gran ventaja es una gran capacidad de adaptación y flexibilidad a los cambios que se producen en el corto plazo.
“En un momento de gran incertidumbre como el que vivimos, estos atributos son muy importantes”, explica Elena Orteu, arquitecta y directora del curso Dirección estratégica Agile de estudios de arquitectura de Escola Sert.
Los despachos de arquitectos deben apostar por mejores metodologías de gestión (Gettyimages).
En los estudios de arquitectura, la parte creativa debe convivir con una gestión empresarial
¿Por qué debería utilizarse en los despachos de arquitectura?
Los estudios de arquitectura no dejan de ser negocios, aunque cuentan con una particularidad: pertenecen al grupo de empresas en las que la parte creativa debe convivir con una gestión empresarial que garantice que el negocio sea sostenible en el tiempo.
“Los despachos deben cambiar para responder a los nuevos paradigmas que el momento actual y la sociedad necesitan y exigen. La arquitectura y los arquitectos no debemos permanecer inmunes a la nueva conciencia. Debemos evolucionar y trabajar considerando los nuevos paradigmas que tienen en cuenta el bien común”, sostiene Orteu.
Los nuevos paradigmas en el management se abren camino en los estudios de arquitectura (Gettyimages).
Una labor de equipo
¿Cómo se aplica la metodología Agile en un despacho de arquitectura?
Lo primero es alinear todos los departamentos hacia las necesidades de sus clientes. Esto requiere de la coordinación de los equipos creativos y los de gestión para obtener los mejores resultados posibles. Se definen una serie de objetivos a alcanzar y estos se evalúan trimestralmente según los resultados que van mostrando los indicadores.
Cada persona y cada equipo establece sus propias metas, que contribuirán a alcanzar los objetivos planteados inicialmente. “Al principio suele ocurrir que estos objetivos son demasiado ambiciosos y hay que volver a definirlos tras la primera evaluación. Una empresa destina al menos un 20-25% a la gestión, y esto también incluye el compromiso de formar a todos los miembros y dotarlos de los medios y herramientas suficientes. Es un pacto bidireccional”, explica Orteu.
La metodología Agile elimina la verticalidad de la toma de decisiones.
La gran diferencia con las organizaciones verticales es que es el equipo quien se coordina y se alinea hacia el cliente sin la intervención constante de la dirección.
Algo que distingue a la metodología Agile es la gran velocidad de respuesta al cambio que aporta. Los estudios de arquitectura deben equilibrar diseño y ejecución de proyectos con gestión empresarial. Esta metodología elimina la verticalidad de la toma de decisiones para plantear soluciones desde los equipos.
Otra característica es que todo el equipo conoce la estrategia. Un ejemplo es que suele colocarse de forma visible en algún lugar de la oficina y se comparten los avances de forma física o digital para que sea verdaderamente un proceso abierto a la colaboración entre todos los integrantes de un despacho.
La metodología Agile marca una clara evolución en el ámbito del management (Unsplash).
Los 11 paradigmas que representan el cambio
Elena Orteu y Carlos Coloma, docente de Escola Sert y profesor del curso Dirección estratégica Agile de estudios de arquitectura, son los autores de una serie de paradigmas aplicados a la gestión de un despacho de arquitectura que muestran la evolución que propone la metodología Agile:
1. De taller de arquitectura de autor a empresa de arquitectura con imagen de marca
El elemento central ya no es el “nombre” que pueda tener un arquitecto, sino el ecosistema basado en la importancia de todos los integrantes del despacho.
2. De la creatividad a la innovación
Además de ser creativo, el despacho de arquitectura debe proyectar para, además de satisfacer al cliente, ser capaz de escalar su propuesta a otros contextos y programas.
3. De local a glocal
Es el conocido lema “pensar globalmente y actuar localmente”, o tener en cuenta las tendencias mundiales para adaptarlas a un mercado próximo y particular.
4. De arquitectura generalista a especialista y de la monoespecialidad a la omniespecialidad.
Qué haces y cómo lo haces: que la especialización sumada a la experiencia permitan abordar cualquier proyecto.
5. De la reactividad a la proactividad
Virar de que sea el cliente el que nos venga a buscar a salir a “vender” y saber comunicar nuestro trabajo a la sociedad desde el convencimiento que aportamos algo importante con nuestra actividad.
6. De poner el foco en el arquitecto a ponerlo en el cliente
Utilizar el conocimiento técnico para proyectar lo que el cliente necesita y anticiparnos para ofrecer la mejor solución a cuestiones que este ni sabía que existían.
7. De la gestión subjetiva a la objetiva
Tomar decisiones basadas en datos, fijando objetivos y presupuestos, además de notificar posibles incidencias. Todo tiene que ser medido para poder avanzar con nuestros proyectos.
8. De competir individualmente a colaborar y compartir conocimiento
Compartir no resta ventajas, sino todo lo contrario: el conocimiento crece cuando se comparte, y al mismo tiempo se genera un impacto positivo en la sociedad.
9. Del trabajador al colaborador motivado
El enfoque es el trabajo en equipo y que cada integrante se sienta motivado y forme parte de la empresa.
10. Antes el tamaño no importaba, ahora sí
Establecer acuerdos y alianzas con otros despachos para compartir estrategias y valores además de un pensamiento común.
11. De buscar culpables a buscar soluciones
Compartir, reflexionar y admitir errores adaptándonos a lo que se requiera según el momento, el cliente y la situación. Solo así podremos mejorar día a día.
Un despacho de arquitectos debe ser capaz de escalar su propuesta a otros contextos y programas (Gettyimages).
Los estudios de arquitectura deben convertirse en empresas con una cuidada imagen de marca
Ejemplos de impacto
Durante el curso que imparten Orteu y Coloma en Escola Sert, los alumnos tienen la oportunidad de escuchar la experiencia de estudios de arquitectura que están aplicando la metodología Agile para lograr sus objetivos.
Orteu adelanta que, por norma general, se trata de despachos que han apostado por evolucionar de un estudio de arquitectura de autor a una empresa de arquitectura con imagen de marca.
“En el curso tendremos a dos arquitectos invitados para que nos expliquen su caso particular. El primero ejemplifica la búsqueda de la ventaja competitiva enfocada al aporte de nuestro trabajo a la sociedad, el medio ambiente y el cliente. El segundo compartirá su experiencia en la incorporación de la metodología Agile a la gestión de su estudio”, nos avanza.
Un curso, en definitiva, que propone a los profesionales una capacitación que les ayude a revisar de forma “agile” el modelo de negocio de su estudio o despacho.
Lucía Burbano
Redacción Escola Sert
En esta formación conocerás cómo el entorno y las necesidades han cambiado para la gestión de un despacho de arquitectura. El curso se realiza a partir del análisis de seis paradigmas relacionados con esta cuestión.