La inversión en el sector hotelero crece un 79%
¿Es necesario proyectar de otra forma los hoteles del siglo XXI?
Etapa de crecimiento y transformación
El sector hotelero en España y Cataluña está viviendo una etapa de crecimiento y transformación. El aumento de la inversión hotelera en el Estado español en 2017 ha alcanzado los 3.907 millones de euros, nuevo máximo histórico según el estudio elaborado por la consultora IREA, un 79 % más que la cifra de 2016.
En cuanto a los principales destinatarios de inversiones por comunidades, Baleares recibe un 18 % y Barcelona un 15 % del total, siendo el líder Canarias, con un 21 %.
En la ciudad de Barcelona se han adquirido edificios para uso hotelero por valor de 340 millones de euros. Pero hay más: la joint venture creada por Hotel Investment Partnership y Starwood Capital Group invertirá 500 millones de euros en el sector hotelero español en los tres próximos años. Además, NH tiene prevista una inversión de 237 millones de euros hasta el 2019.
Uno de los factores que explican este auténtico boom inversor radica en el gran atractivo turístico del país. España ha recibido 82 millones de turistas en 2017, un 8,9 % más que en 2016, situándose en segunda posición, solo por detrás de Francia.
Ante esta realidad debemos preguntarnos: ¿están preparados nuestros hoteles para ofrecer el confort y los servicios adecuados a esta cantidad de clientes? ¿Son económicamente eficientes y rentables? ¿Qué puede decir sobre el tema la arquitectura? ¿Es necesario proyectar de otra forma los hoteles del siglo XXI? Veámoslo.
La eficiencia, un concepto global
Uno de los conceptos clave que debemos retener para entender las tendencias actuales de la arquitectura hotelera es la eficiencia. No solo la eficiencia energética y de las instalaciones (que también), sino la laboral y la económica, pensando en el cliente que encarga el proyecto hotelero al arquitecto.
Lo que realmente está pasando con la arquitectura hotelera es que el sector demanda profesionales que entiendan la idiosincrasia del negocio. El propietario y/o explotador y/o inversor de un hotel quiere obtener el máximo beneficio. Por lo tanto, “decisiones como dónde debo ubicar la lavandería y de qué tipo tiene que ser, qué tipo de cocina hago o qué tipo de instalaciones pongo, afectarán al número de trabajadores que tendrá que tener el hotel. Estas decisiones tendrán una influencia directa en la cuenta de beneficios a final de año. Sin olvidar los elementos estéticos y los ideales del arquitecto, de lo que realmente estamos hablando es de un negocio”, afirma Daniel Isern, arquitecto especializado en hoteles y director del posgrado Proyectando el hotel del siglo XXI, de la Escola Sert, centro formativo del Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC).
"El arquitecto debe entender cuando le dicen que el hotel será vacacional y familiar, pero que en invierno alargará la temporada con actividades deportivas. Con esta frase sencilla ya debe saber todo lo que hay que integrar y lo que no."
El valor añadido del arquitecto
La visión global del proyecto que tiene el arquitecto le habilita para diseñar la eficiencia de los espacios. Esta es, pues, su gran aportación a la hora de proyectar los hoteles del siglo XXI.
Sin embargo, hay una pregunta previa que el arquitecto debe saber responder sin dudar. ¿Quién es el cliente que encarga el proyecto hotelero? Hoy en día, la respuesta es más difusa que años atrás. Isern reflexiona: “Las grandes cadenas hoteleras ya no son las propietarias de los hoteles o son propietarias de pocos edificios. Los propietarios de los edificios han pasado a ser los grandes grupos de inversión y la cadena hotelera los explota. Aún hay propietarios de edificios que los explotan, pero cada vez son menos”.
Una vez tengamos claro el cliente, el arquitecto debe tener la información de qué programa desarrollará el hotel, a qué sector va dirigido y cuál es su público objetivo. Isern asegura que “el arquitecto tiene que entender a qué se refieren cuando le dicen que el hotel será vacacional y familiar, pero que en invierno alargará la temporada con actividades deportivas. Con esta sencilla frase ya tiene que saber todo lo que debe integrar y lo que no”.
La siguiente fase para proyectar adecuadamente el hotel del siglo XXI es plantear la tipología de la explotación. A continuación, añade Isern, deben tenerse muy presentes “los elementos externos que nos afectarán en la toma de decisiones. La marca, la señalética, el project y el facility management, el funcionamiento de la acústica, la iluminación, etc.”.
Hace unas décadas todos estos parámetros quizás no estaban sobre la mesa cuando se proyectaba un hotel, a pesar de que deberían haber estado. Consumir más o menos energía no era considerado un factor esencial, ni las necesidades exactas del personal que trabajaba en el hotel. Ahora sí deberían ser factores clave.
Estas preguntas, y muchas más, tienen respuesta en el posgrado Proyectando el hotel del siglo XXI de la Escola Sert COAC, dirigido por Daniel Isern. “El plano lo aguanta todo; por este motivo hacemos que los estudiantes vean in situ cómo funciona una cocina industrial, que tiene una función operacional. Es una de las muchas actividades del posgrado”, indica Isern.
El verdadero negocio está en la rehabilitación
Es una evidencia que el gran mercado de la arquitectura hotelera radica en la rehabilitación. Toda la costa mediterránea hasta Marbella, pasando por Mallorca, aglutina centenares de hoteles edificados a partir de la década de los sesenta. Son infraestructuras que piden a gritos una remodelación, transformación y reposicionamiento en el mercado para no quedarse atrás y tener que cerrar definitivamente las puertas.
Los arquitectos disponen de una salida profesional interesante y con mucho potencial en la rehabilitación del parque hotelero existente. Solo hay que saber cómo hacerlo.